miércoles, 3 de julio de 2013

Capítulo 4



Miré hacía mi derecha para ver quien había mencionado mi nombre, vi a un chico que no ubicaba, con un vestuario algo extraño, y un aroma muy desagradable.
- ¿Quién eres tú? - le pregunté pasmada.
- ¡Oh, pequeña! Tú no me conoces pero yo a ti sí, te he visto varias veces venir por aquí - ese tipo tenía una mirada algo extraña, me producía miedo.
- ¿Cómo sabe mi nombre? - pregunté aún petrificada. El tipo lanzó un enorme suspiro y respondió.
- Un día un caballerito que te acompañaba gritó tu nombre, fue ahí cuando lo supe- el chico se acerco y olió mi cabello. De pronto algo lo empujó. El chico de ojos azules al que habíamos estado siguiendo lo tenía contra la pared y comenzó a golpearlo. Aly y yo no sabíamos que hacer, estábamos consternadas ante aquella situación.
- Jamás te atrevas a hacer eso otra vez ¿Me escuchaste? -dijo el chico al que seguíamos, y le atestó otro golpe en la cara - ¡Corran! ¡Regresen a Penny Lane!
Aly y yo corrimos lo más rápido que pudimos, pero aquél callejón parecía no terminar nunca, la oscuridad no me dejaba ver por donde pasaba y tenía miedo de tropezar. Finalmente, cuando llegamos a Penny Lane, vi a mi madre acercarse a nosotras con un policía a su lado.
- ¡Hija! ¡Gracias a Dios estás bien! Me tenías muy preocupada. Llevo más de una hora buscándote - Dijo mamá con un aire de enojo en su rostro, mientras yo me encontraba perdida sin saber que decir.
- ¡Señora McTez! ¡Un tipo intento hacernos daño! Estaba en este callejón de no haber sido por otro chico no sé que hubiera pasado - El policía que estaba junto a mi madre rápidamente se adentró al callejón y en menos de 5 minutos salió y avisó que necesitaba una ambulancia.
- Niñas  ¿Ustedes golpearon al hombre? - pregunto el policía. Aly y yo nos miramos desconcertadas.
- No, un chico lo golpeó, pero lo hizo para defendernos ¡No le haga nada, por favor! - rogó Aly
- ¡Es extraño! En el callejón no había nadie más ¿Les hizo daño el hombre que está herido?
- No - respondí - pero creo que eso pretendía.
Mi mamá conversó un momento más con el policía, que para finalizar agregó.
- Bueno, creo que si no quieren levantar un reporte lo más conveniente, por el momento, es que vayan a casa antes de que oscurezca más.
- ¡Gracias oficial! ¡Buenas noches! - dijo mi mamá mientras Aly y yo la seguíamos de regreso - ¿Ves porqué no me gusta que estés sola? - reprendió enojada - Aly te llevaremos a tu casa. Gracias a Dios esto no pasó de un susto - Caminamos hasta llegar a casa de Aly y mi mamá tocó el timbre. - ¡Buenas noches! ¿La señora Rumsfeld?
- Si, soy yo ¿Pasa algo malo?
- Sólo venía a traer a Aly, consideré que era muy tarde para que regresara sola.
- ¡Muchas gracias! - respondió amablemente la mamá de Aly- Estaba muy preocupada por ella ¿Han merendado ya? Pasen, por favor, es lo menos que puedo hacer por ustedes.
- ¡Muchas gracias! Pero tenemos que irnos, nuestra casa está algo lejos de aquí y ya es un poco tarde.
- Por favor, sólo una taza de té y galletas, mi esposo no tardará en llegar él las puede llevar en su auto, además no falta mucho para que comience a llover - Mi madre aceptó y Aly me invitó a subir a su habitación.
- ¡Gracias por traerme Lilian! - Dijo Aly - No era necesario que hicieras esto por mi. Y pues, bienvenida a mi habitación no es la gran cosa pero es algo.
La habitación de Aly era muy espaciosa, estaba decorada con un hermoso papel tapiz color rosado, tenía una cabecera y un tocador color crema que hacían juego con unas hermosas sábanas en distintos tonos color pastel, al fondo tenía un gran ventanal con un escritorio y  un enorme librero junto a él.
- ¡Tu recamará es hermosa! 
- Nada fuera de lo normal - Aly abrió un cajón- ¿Quieres un Jelly Baby?
- ¿Te gustan los Jelly babies? - pregunté sorprendida - ¡Súpe! Yo los como todo el tiempo con Paul- entonces mi sonrisa se desvaneció al instante
- ¿Qué pasa, Lilian? De pronto te pusiste seria- le conté a Aly la plática que había tenido con Paul esa tarde al salir del instituto :

*Flashback*

"Pues fue  un día neutral, hubo cosas buenas y cosas malas. Por cierto había un fuerte rumor acerca de nosotros dos. Todo el instituto pensaba que eramos novios! ¿Qué cosa más loca no? ¿Tú y yo ? ¿Novios? ¡Qué disparate! 

***

En cuanto terminé de contarle esto a Aly me puse a llorar.
- ¡Es que no puede ser posible, Aly! Sabía que Paul me gustaba pero creo que me he dado cuenta que me gusta más de lo que pensaba. ¡Jamás me verá como otra cosa!- Aly me abrazó fuertemente hasta que yo dejé de llorar.
- Tranquila, linda ya verás que Paul se dará cuenta de que siente lo mismo por ti.- Aly dió un fuerte suspiro - Por lo menos tu conoces al chico que te gusta, yo ni siquiera sé su nombre.
- ¿Hablas en serio? - pregunté sorprendida- ¿Tanto te gustó el chico que nos defendió?
- Si, era tan hermoso, y cuando nos defendió me di cuenta de que era perfecto. Ni siquiera pudimos agradecerle, no sé como pero tengo que conocerlo.
- ¡Pero que locura estás diciendo! Creo que ya nos hace falta dormir- ambas soltamos una carcajada cuando de pronto la puerta se abrió.
- Lamento interrumpir, niñas, pero Lilian tiene que irse - llamó la mamá de Aly.
- ¡Muchas gracias, señora! Aly te veo mañana en la escuela - Me encaminé a la puerta y subí al auto del señor Rumsfeld. El camino pareció muy cortó y en menos de lo que pensé estábamos en casa, subí a mi habitación me apresuré a ponerme la pijama, había sido un largo día.
- Lilian, no quiero que me vuelvas a pedir permisos para ir sola a Penny Lane ¿Escuchaste? Hoy casi te lastiman - dijo mi mamá.
- Si,mamá, no volverá a pasar
De imediato cerré los ojos y caí en un profundo sueño del que no despertaría hasta el día siguiente.

**Narra Paul**

Por fin había terminado mi tarea, pasaban de las diez treinta y aún no había cenado, bajé sigilosamente las escaleras procurando no hacer mucho ruido y caminé lentamente hasta la cocina, decidí calentar un poco de leche y sacar 5 galletas de avena que mi mamá había preparado por la tarde. Me quedé sentado en la mesa esperando a que mi leche se tibiara un poco. Me puse a pensar en lo agotador que pintaba este año, lo único que me consolaba era la clase de música, que de aprobarla en la primera evaluación podía librarme de todas las demás materias,  y también me alegraba el hecho de tener a Lilian cerca, era bueno tenerla allí si llegaba a tener problemas; recordé lo que me dijo acerca de la señorita Asher. No podía creer que le hiciera miserable su día sólo por verme conmigo. Sabía que le haría la vida imposible a cualquier chica que se acercara a mi. No entendía que ganaba con eso. Si pensaba que alejando a todas las chicas de mi  me iba a fijar en su hija estaba equivocada, ella no me atraía para nada pero al parecer jamás se lo haría entender. El fuerte sonido de la tetera interrumpió mis pensamientos y me levante a detenerla, serví mi leche caliente en una taza y tomé las galletas para subir de nuevo a mi habitación. Nuevamente repasé todo el día y recordé a aquel chico que tocaba bajo el árbol al parecer por lo menos un alumno de primer ingreso conocía de música creo que me llevaría muy bien con él.
Me estaba quedando dormido cuando unos golpecitos en mi ventana me despertaron, me levanté perezosamente de mi cama y me asomé a ver que causaba ese molesto ruido, contemplé una silueta que al verme me indicó que saliera, no alcancé a distinguir bien quién era así que supuse que podía ser alguien en problemas. Bajé las escaleras nuevamente y cuando abrí mi puerta vi una silueta de mujer que en cuanto salí se abalanzó sobre mi.
- ¡Oh, James! Estás bien-  En seguida me di cuenta de que era Jane la que llamaba. 
- ¡Claro que estoy bien, Jane! ¿Qué haces aquí tan tarde?
- Tuve un sueño horrible, James. Tú ibas a la guerra ¡Y morías! ¡Oh, James! que bueno que sólo fue un sueño - dijo mientras me abrazaba fuertemente - Perdóname, James, no quise molestarte es que ese sueño me provocó insomnio y quise venir a ver si estabas bien - Ese pretexto para venir a despertarme había sido de lo más tonto. Miré mi reloj y me sorprendí de lo tarde que era.
- Jane, no quiero ser grosero pero será mejor que vayas a tu casa, tu madre debe de estar muy preocupada
- ¡No te preocupes! Mi madre sabe que vine, me dejó venir con la condición de que tu me llevaras a mi casa - ¡Genial! Debo de admitir que Jane era bastante astuta. Hice una mueca de disgusto pero me pareció grosero de mi parte no acompañarla.
- Dame un segundo, Jane, iré por una gabardina - entré a mi casa y me dirigí al perchero que estaba en la entrada. Tomé mi gabardina y salí de inmediato- Y bien Jane,  ¿En donde vives? 
- Mi casa está doblando la esquina.- caminamos por la calle hasta llegar a la esquina, Jane chocaba su mano con la mía, eso me incomodaba mucho, pero por fin llegamos a su casa.
- Espera a que salga mi madre, no querrás que me regañe ¿O sí? - Jane tocó la puerta y rápidamente su mamá atendió -Ya llegué, mami. James me trajo a casa, ¡Es tan gentil!
- No fue nada emm - Vacilé un poco, ¿Cómo llamabas a una profesora cuando no estabas en la escuela? señorita Asher, bueno tengo que retirarme.¡Buenas noches!
- ¡Paul, querido! - respondió la profesora - Perdóname por haber sido tan grosera esta mañana, es que, tú sabes, tengo que mostrar carácter con los de nuevo ingreso - me dedicó una extraña sonrisa - De nuevo Gracias por traer a Jane, sabes que me encanta que pase tiempo contigo. Buenas noches, querido.
- ¡Buenas noches, señorita! ¡Nos veremos luego!
Estaba demasiado cansado, había tenido suficiente con las tareas de mis profesores, y encima Jane fue a molestarme ¡Que fastidio! Finalmente llegué a mi casa donde encontré a mi mamá sentada en el sillón.
- ¡Paul! - exclamó mi mamá asustada- ¿Dónde estabas? ¡Me asusté cuando saliste!
- Nada de cuidado, mami - le conté lo que había sucedido y se tranquilizó un poco.
- ¡Oh, mi Paul! Pero que muchachita tan indecente, esas no son horas de estar en la calle y menos de buscar a un muchacho, me agrada que seas tan caballeroso y la hayas acompañado a su casa pero la próxima vez que salgas tarde avísame.
- ¡Claro que sí, mami! Ahora vayamos a dormir, en menos de 7 horas tengo que levantarme- besé la frente de mi madre y subí a dormir. Había sido un día muy cansado


Narra Lilian

Un rayo de sol entró por mi ventana e hizo que me levantara de la cama. Miré que el reloj marcaba apenas las seis y quince, traté de dormir nuevamente pero no lo conseguí, decidí alistarme para ir a la escuela: me bañé tranquilamente, cepillé mis dientes, me puse un saco limpio y limpié un poco mis zapatos. Decidí llevar el pelo suelto decorado con un listón que hacía juego con mi uniforme. Miré al reloj y faltaban diez minutos para que dieran las siete. No entendía como es que había pasado tan poco tiempo. Me senté en mi cama a pensar que hacer durante todo el tiempo que me quedaba libre; decidí darle una sorpresa a mis padres y bajé a prepararles el desayuno. Tomé 4 huevos del refrigerador junto con un poco de tocino y los puse en un sartén, decidí también poner un poco de café caliente para papá y prepararle un jugo de naranja a mi madre. Salí al jardín para cortar unas cuantas flores y ponerlas como decoración en la mesa. En menos de 15 minutos todo estaba listo. Subí las escaleras y llamé a la puerta de mis padres.
-¡Buenos días, mamá! El desayuno está listo.
 - Lilian, ¿Has hecho el desayuno ya? ¿Qué mosca te picó? Bajo en un momento, hija. Tu padre no tardará está duchándose -  Bajé nuevamente a la cocina y tomé un pequeño plato para servirme cereal con leche, mi madre llegó en seguida y se sentó a mi lado. A los pocos minutos, papá también estaba con nosotros.
- ¡Lilian! Que sorpresa verte tan temprano despierta ¡Y lista para ir a la escuela, encima! ¿Todo bien hija?
- Si, papá - respondí- Todo de maravilla, sólo que no podía dormir, es todo.
- Lilian, tu madre me contó lo que te pasó ayer en Penny Lane, debes de tener más cuidado hija.
- Sí, papá, lo sé ya platiqué con mamá de eso - Dije un poco enfadada. Mi padre comenzó a darme uno de sus típicos consejos que me daba cada vez que algo malo, por mas insignificante que fuera, me pasara: No confíes en la gente, no comas nada de procedencia extraña, mira siempre a tu alrededor... en fin, cosas que ya conocía de memoria. Al terminar el desayuno mi papá se levantó de la mesa, caminó hasta el pórtico se puso su sombrero y salió rumbo al trabajo. Mi mamá también se levantó de la mesa, no sin antes agradecerme por el desayuno, iba a levantar los platos dispuesta a lavarlos pero mi madre me hizo una seña y me indicó que ella lo haría después. Decidí subir nuevamente a cepillar mis dientes, cuando miré el reloj apenas marcaba las siete y treinta ¡Si que había madrugado ese día! En cuánto terminé decidí bajar a esperar a Paul en la banca que estaba en mi pórtico mientras leía un capítulo de "Alicia en el país de las maravillas", al cabo de un largo rato miré mi reloj que marcaba las ocho en punto, decidí guardar mi libro pues Paul era la persona más puntual que conocía, así que no debía tardar en llegar. Fueron pasando varios minutos y no había ni un rastro de él, esto comenzaba a preocuparme, volví a mirar mi reloj y vi que marcaba las ocho y treinta. Paul nunca demoraba tanto. Tomé mis cosas y decidí adelantarme yo sola ya que la escuela quedaba a 20 minutos de mi casa y no quería retrasarme durante la primera clase. Por fin llegué al Instituto y tampoco había ningún rastro de Paul, seguí caminando hasta mi salón y justo cuando iba a entrar escuché que alguien me llamaba.
- ¡Lilian! Lamento no haber llegado por ti, me retrasé demasiado el día de hoy, ayer me dormí tarde por culpa de Jane y me quedé dormido esta mañana, de verdad lo siento. - Dijo Paul agitado
- No te preocupes, Paul , no hay problema, pero, ¿quién es Jane?
- ¡Vaya, vaya! Señor McCartney, lo vuelvo a ver por aquí ¿eh? ¿No se cansa de molestar a las más pequeñas? - dijo la señorita Asher con una voz firme e imponente - Largo del módulo antes de que llamé al director, y tú ,niña, entra conmigo a clases rápido, para mañana quiero un ensayo de 10 hojas con tu opinión acerca de las distracciones en el instituto, lo quiero bien presentable y con letra pequeña, de no traerlo así, tendré que bajarte 10  puntos en la calificación parcial.
- Pero señorita ¿Por que?
- Que sean 15 hojas, entonces, y no me cuestiones o serán 20 ¿quedó claro?
Asentí con la cabeza y rápidamente me senté en mi lugar junto a Aly. Me dediqué a divagar durante la clase solamente apuntaba algunas cosas que alcanzaba a escuchar, ¿Por que la señorita Asher era así conmigo? No tenía ningún motivo para dejarme tal tarea. La clase terminó y decidí ir a hablar con la profesora.
- Señorita Asher ¿podemos hablar?
- ¿Tiene que ver con tu tarea especial, linda?
- Si, de hecho quería decirle...
- Entonces no tengo nada que hablar contigo mocosa - interrumpió - Analiza tus acciones y corrígete, sólo así te darás cuenta de que es lo que haces mal conmigo. Hasta mañana. - tomó sus cosas y se fue, sentía mucho hervor en la sangre. Sólo quería gritarle que me diera una razón, quería detenerla, pedirle una explicación. Afortunadamente el profesor de biología llegó inmediatamente y regresé a mi lugar. El resto del día transcurrió sin cosas relevantes.

NARRA PAUL

Había sido un día bastante tranquilo, era uno de esos días en los que disfrutas el instituto, además los martes salía a las once de la mañana y estaba libre de toda actividad académica. Me dirigí hacia el árbol más cercano al pórtico y decidí esperar al chico con el que había platicado ayer, me senté por un momento e intenté afinar un poco mi guitarra.
- ¡Hey, chico! Pensé que no vendrías - saludó George
- ¿Por qué no iba a venir? Te dije que quería ver lo que hacías con la guitarra ¿no? Bien, muéstrame que sabes tocar.- El chico rápidamente saco su guitarra y se puso a tocar varios solos que conocía, me sorprendió su habilidad, era demasiado bueno. Cuando terminó de tocar sonrió victoriosamente.
- Por cierto, ayer esto cayó de tu mochila- el chico me entrego el listón azul que había perdido ayer.
- ¡Muchas Gracias ! Este listón es muy especial para mi, lo tengo desde el primer día en que Lilian y yo somos amigos
- ¿Lilian es la chica de cabello castaño? - preguntó curioso
- Si, señor, esa misma - George me dedicó una sonrisa de alivio
- ¿Sólo es tu amiga? Es bueno saberlo, digo, por las chicas de mi salón, muchas hablan sobre ti ¡Que buena suerte tienes con las chicas!
- ¡Por favor! Sólo le gusto a dos o tres, todos exageran las cosas-  Le dije justo cuando el timbre que indicaba que se reanudaban las clases sonó- ¡Deberías darte prisa o no te dejarán pasar!
- ¡Nah! Tengo 2 horas libres más, si  no te molesta y tienes tiempo me gustaría que tocáramos algo juntos, es decir, si no tienes nada mejor que hacer, porque después de todo sólo soy un chico de primero y ¿Por qué querrías estar conmigo?
- De hecho me encantaría- respondí - La música es mi pasión, me quedaré contigo y veremos que podemos aprender.
George sonrió en cuanto escuchó esto y rápidamente sacó un cuaderno con varias partituras. Nos dedicamos a tocar y el tiempo nos traicionó.
- ¿La una y veinte? - exclamó George - ¡Oh! ¡Me he perdido mi clase! Bueno ¡Que más da! Sigamos tocando
- Me parece bien - respondí - pero creo que será mejor que no practiquemos esto en el instituto, el tiempo vuela cuando tocamos y no quiero perjudicarte en tus clases. Me agradaría reunirnos en las tardes a tocar en mi casa o en la tuya.
- Me parece razonable. Eres muy amable en darme varios consejos, mejoraré gracias a ti.
- No es nada, sólo son consejos de guitarrista a guitarrista - El resto de los alumnos fue saliendo poco a poco , yo miraba la puerta esperando ver a Lilian quería disculparme por hacer que la regañaran esta mañana. Para mi mala suerte en ese momento salió Jane y corrió hacia donde yo estaba.
- ¡James! ¡Que alegría verte! Fue un día muy agotador, ¿Qué tal estuvo el tuyo?
- Fue un buen día Jane. Gracias- Jane miró a George con cierta curiosidad y dijo con desprecio.
- ¡Que amable de tu parte hablar con los de primero. James! ¡Déjalos que se las arreglen solos!
- Jane, él es George Harrison. Es un chico muy agradable y también toca la guitarra- le dije al momento que George le extendía la mano.
- ¡Mucho gusto, Jane!- Jane lo saludó más a fuerza que de gana.
- El gusto es mío, George, ¿No es James maravilloso? - y me dió un fuerte abrazo- ¡Todo un caballero! Bueno me voy, tengo muchas cosas que hacer, espero poder visitarte esta tarde, James.
- ¡Vaya McCartney! - dijo George - ¡Y después dices que no  tienes chicas lindas persiguiéndote! ¿Por qué no sales con Jane?- lo miré algo intrigado - ¡Perdón no quise ser entrometido!
- No, no hay problema, todos me preguntan por eso - di un gran suspiro mientras la miraba alejarse - Jane es muy bonita, no lo niego, pero hay algo en su carácter que no me gusta.
- Si, entiendo - George miró sobre mi hombro - Creo que te buscan, McCartney.
- ¿Que hay. Paul? - saludó Aly - ¿Todo bien?
- Si, Aly, todo bien. Me da gusto verlas. Chicas, quiero presentarles a George.
- ¡Mucho gusto, George! - dijo Aly con entusiasmo.
- Es un placer conocerte, George - saludó Lilian con timidez.
- Igual chicas! - respondió George que, al instante se sonrojó - ¡Oh! ¿Ustedes son las dos chicas a las que tiré ayer?
- Sí, que bueno que lo recuerdes - dijo Aly - Mi mano derecha está muy afectada después de eso.
- ¡De verdad lo siento mucho! ¡No fue mi intención!
- ¿Y bien, chicas, nos vamos? - dije
- Yo vivo cerca de St. Peter ¿Puedo acompañarlos hasta esa calle?
- Yo también vivo en esa calle - dijo Aly conservando su entusiasmo - Vayamos todos juntos-
Decidimos caminar a lo largo de la avenida, y en St. Peter George y Aly se separaron de nosotros. Notaba que Lilian estaba muy callada, sabía que algo malo le pasaba.
- Lilian, ¿Todo está bien? Te noto muy callada desde que saliste del Instituto.
- Todo estaría bien de no ser por la Señorita Asher, me dejó un tonto ensayo de 15 hojas y encima me faltan 7 libros que sé que jamás conseguiré. Me dijo que pensara en mis actos y que sólo así iba a tratarme bien.
- ¿La señorita Asher? - pregunté con sorpresa - No puedo creer que te haga la vida imposible solamente por nuestra cercanía. También quiero compensarte por lo de hoy, te ayudaré con tu ensayo y a conseguir esos libros ¡Ya lo verás! Te lo prometo.
- ¡Espera! - dijo Lilian desconcertada - ¿Qué fue lo que dijiste? ¿Que la señorita Asher me trata mal sólo porque somos cercanos? ¿Qué quieres decir con eso?
- Pues sí, la señorita Asher tiene una hija que quiere que sea su novio, no quiero ser grosero, pero Jane no me agrada,  su madre le hace la vida imposible a toda chica que se acerque a mi, ya que, según ella, si quita a todas las chicas de mi camino, me fijaré en Jane.
- ¿Entonces hablas de que esa es la razón por la que me trata tan mal? - preguntó Lilian
- Es lo más lógico - respondí - o lo más ilógico si lo miras desde otra perspectiva.
- ¡Vaya! esa Jane que me mencionas ¿Es la que te hizo retrasarte esta mañana ?
- Sí, esa misma- le conté a Lilian lo sucedido durante la noche con Jane.
- ¡Que chica tan loca! - respondió Lilian tratando de ser indiferente.
- Y lo peor de todo es que en cuanto me ve en el instituto no me deja en paz, comienza a abrazarme y le cuenta a todos los "lindos" que nos veríamos juntos ¡Es un fastidio!
- ¿Jane es la chica que te abrazaba afuera del instituto? - preguntó con curiosidad - Porque si es así, si tiene la pinta de ser una odiosa.
- ¡Es esa misma! - respondí - Bien, llegamos a tu casa, ¿prefieres que hagamos aquí tu tarea o vamos mejor a mi casa?
- Hagamos aquí el ensayo, de verdad te lo agradezco, Paul-Lilian me miró con una sonrisa y me invitó a pasar. Su madre nos sirvió la comida, que Lilian y yo devoramos. Al terminar, nos dedicamos a realizar su ensayo que después de 2 largas horas finalmente terminamos.
- ¡Esto fue más fácil de lo que pensé! - dijo Lilian con una enorme sonrisa- ¡Muchas gracias! Sin tu ayuda hubiera sido muy complicado.
-¡No es nada!  ¿Te parece que vayamos a checar los libros que te faltan?  En mi casa tenemos una pequeña biblioteca con libros un poco viejos, tal vez ahí encontremos algo.
- Me parece muy bien, Paul. Iré a avisarle a mi mamá- Lilian fue a la sala y enseguida regreso-  ¿Nos vamos Paul?
Partimos rumbo a mi casa, íbamos jugueteando un poco. Recordé cuando eramos más pequeños como corríamos por el parque peleando por una flor o un helado. Esto me alegro mucho, porque nuestra amistad seguía siendo tan buena como en esa época. Finalmente llegamos a mi casa. Abrí la puerta y mi madre me esperaba sentada en la sala.
- ¡Lilian, que alegría verte por aquí! Pasa en seguida te traigo un vaso con agua y algo para que coman. Paul alguien te espera en la sala.

No hay comentarios:

Publicar un comentario